Esta es una serie de pinturas monocromas de gran formato
donde se destaca la figura humana en un espacio intimista, haciendo alusión al erotismo y la soledad.
Se denominan dactilares porque la única técnica usada en ellas es la impresión dactilar.
Es decir, con la sola aplicación de huellas dactilares del dedo índice entintado
que se van superponiendo sobre un lienzo especialmente preparado,
se crean las formas y los volúmenes que resuelven cada composición.